Con anticiclón y sin viento, el cielo de París no se puede permitir el pico de contaminación que afecta al norte de Francia. Para limpiarlo las autoridades han impuesto restricciones de tráfico en otras ciudades y un complejo sistema de equiquetas en la capital que impide circular a los vehículos catalogados como más contaminantes. Hasta este miércoles no podrán circular ni los diesel matriculados antes del 2001 ni los coches de gasolina anteriores a 1997.
“No lo sabía”, explica una parisina, “ahora hay que pedir unas etiquetas. Pero bueno en todo caso parece que sí que puedo circular”.
Es lo que se llama “circulación diferenciada” en lugar de la “circulación alterna” que permite coger el coche solo si tiene matrícula par o impar, según el día, método que se aplicó en los anteriores picos de circulación pero que como explica una especialista del organismo que mide la contaminación en la capital “no tiene en cuenta el nivel de contaminación del vehículo, en cambio al dejar fuera de la circulación los coches que más contaminan hay más posibilidades de reducir las emisiones de gases contaminantes”.
Entre tanto este mismo lunes comenzaban a funcionar los dos minibus eléctricos y sin conductor que conectan, de manera experimental, las estaciones ferroviarias de Gare de Lyon y Austerlitz. De momento tienen su propia vía para circular y el periodo de prueba es de solo dos meses.