Nueva York, 20 ene (EFE/EPA).- (Imagen: Jason Szenes) Las autoridades de EE.UU. evitaron hoy hacer conjeturas sobre el momento político para la extradición desde México del narcotraficante Joaquín "el Chapo" Guzmán, y aseguraron que, si es declarado culpable, terminará sus días en la cárcel.
"En esta ciudad no hay túnel que valga", afirmó en una rueda de prensa en Nueva York el agente especial del Departamento de Seguridad Nacional Ángel Meléndez al dar detalles sobre la extradición y el proceso legal que se llevará a cabo.
"El Chapo" llegó el jueves por la noche a Nueva York para responder ante la Justicia por diecisiete cargos ligados a una carrera criminal que se prolonga desde fines de los años ochenta, al frente del Cártel de Sinaloa.
La llegada del capo se produjo horas antes de que dejara la Casa Blanca Barack Obama, que fue reemplazado hoy por el republicano Donald Trump, un momento que ha dado pie a algunas interpretaciones políticas.
Las versiones apuntan al deseo de México de congraciarse con Obama horas antes de que termine su mandato o de dejar claro a Trump la disposición de México de colaborar con él para buscar una mejor relación entre los dos países.
"No vamos a hacer conjeturas", afirmó tajante el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Robert Capers, la principal figura de la rueda de prensa en la que se dieron detalles sobre el proceso legal que se seguirá contra "El Chapo".
El vicefiscal general adjunto de Estados Unidos, Kenneth Blanco, dijo que fueron notificados el jueves del deseo de México de extraditar ese mismo día a "El Chapo". "No sabíamos que iba a ocurrir ayer", insistió.
Pero ya se había preparado de antemano un operativo y, finalmente, Guzmán Loera, de 59 años, llegó a un aeropuerto a las afueras de Nueva York, en un avión fletado por las autoridades mexicanas e inmediatamente fue puesto bajo custodia en Nueva York.
"El Chapo" tiene deudas penales pendientes en seis estados, pero el Departamento de Justicia decidió poner a trabajar conjuntamente a Nueva York y Florida para llevar el proceso formal, y será en Nueva York donde será juzgado.
Capers aclaró que la decisión se adoptó después de una "revisión exhaustiva" de las distintas causas y se determinó que una asociación entre las fiscalías de Nueva York y Miami permitiría dar "un puñetazo más fuerte" para llevar a cabo el proceso.
También participará una división de narcóticos del Departamento de Justicia.
"El enjuiciamiento es una combinación de Nueva York y Miami, pero no va a ir a Miami", afirmó en la misma rueda de prensa el fiscal del Distrito Sur de Florida, Wilfredo Ferrer.
Las autoridades no quisieron dar detalles sobre dónde quedará recluido el capo del narcotráfico mientras espera el juicio, y tampoco apostaron sobre el penal en el que quedará encerrado si es declarado culpable.
El principal delito del que se acusa, el de dirigir una organización criminal, ya acarrea la condena obligatoria de cadena perpetua, por lo que, si es declarado cu