Algunos de los edificios colindantes al Plasco de Teherán, que se vino abajo tras arder durante tres horas, van a ser demolidos para facilitar las labores de rescate. Ha dado su autorizadión el fiscal de Teherán, Yafarí Dolat Abadí, según explica la agencia oficial IRNA.

La angustia de no saber crece entre los afectados.

“Ahí está nuestra tienda… en el quinto piso. Fabricamos ropa… Estoy seguro de que todavía hay muchas personas dentro… Nadie responde a mis llamadas… Mis amigos… No he visto a otros colegas para pedirles más información… No sé...”, dice un testigo.

Riesgo en la zona del derrumbe
El titular de Interior iraní, Abdolreza Rahmani Fazli, ha advertido de que es arriesgado permanecer en el lugar de la tragedia, instando a los presentes a abandonar la zona.

“Por desgracia, todo sucedió muy rápido y el incendio en el edificio estaba muy extendido. Ahora, los servicios de emergencia están retirando los escombros y las operaciones de rescate continúan. Es importante que la multitud desaloje la zona, porque sigue habiendo peligro”, ha dicho.

¿Un cortocircuito?
Según las primeras investigaciones, el incendio en el Plasco pudo originarse por un cortocircuito. Sus propietarios habían sido advertidos varias veces del mal estado del edificio, sin que se hiciera nada.

De 17 a 3 plantas
“He estado en la reunión de la célula de gestión de la crisis, donde el alcalde de Teherán ha presentado un informe. Ha dicho que el edificio tenía 17 plantas y ahora solo quedan tres. Lo que muestra el gran volumen de los escombros. Las operaciones están siendo complicadas y lentas”, ha explicado Javad Montazeri, corresponsal de euronews en Teherán “.

Rescue workers are currently searching the ruins of #Plascobuilding after it crashed down in a giant cloud of dust #پلاسكو pic.twitter.com/mETUhHZtAD— Press TV (@PressTV) 19 de enero de 2017