El centro de Italia volvió a temblar él miércoles y ha hecho revivir el horror que causaron varios seísmos en la zona el año pasado.
Cerca del epicentro, la localidad de Montereale, en la región de l’Aquila, aún no se ha recuperado del terremoto que lo destruyó todo en 2009.
La nieve no da tregua desde hace días, lo que está complicando las tareas a los equipos de emergencias.
“Estamos en estas condiciones desde 2009. Cada vez que levantamos cabeza, se produce de nuevo un terremoto. Desgraciadamente tenemos que vivir con este problema y tenemos que tratar de seguir adelante”, se lamenta Massimiliano Giorgi, el alcalde de Montereale.
Otra de las localidades más afectadas es la de Amatrice, a unos 100 km de Roma, que sigue destruída y desalojada desde los temblores de agosto y octubre.
Lo que quedaba del campanario de la Iglesia de San Agustín se ha venido abajo con el nuevo seísmo.
Oggi ad #Amatrice è crollato definitivamente il campanile di Sant’Agostino, simbolo del #terremoto del 24 agosto → https://t.co/MaWk81jCfS pic.twitter.com/xfLCisspJm— Rainews (@RaiNews) 18 janvier 2017
Las nevadas acumulan ya hasta los dos metros sobre los escombros del temblor de magnitud 6, que en agosto dejó casi 300 muertos.
El miércoles, cuatro terremotos de magnitud 5,7 volvieron a estremecer las regiones del Lacio, Los Abruzzos y Las Marcas en un lapso de cuatro horas.