Cuatro meses después de la serie de terremotos que sacudió el centro de Italia, los afectados no han podido regresar a sus casas.
“La burocracia mata más que el terremoto”, denunciaban en una pancarta los manifestantes reunidos en la localidad de Accumoli.
“Los amables bomberos que están trabajando aquí, llegaron hace tan solo dos días a toda prisa tras saber que habíamos convocado una protesta”, aclara este manifestante. “Solo han trabajado medio día y han movido 20 metros de escombros. No los han quitado, solo los han movido de sitio”, añade este afectado. “Solo nos ofrecen palabras. Se ha recaudado mucho dinero porque la gente quiere volver a sus tierras y ese dinero se debe usar”, denuncia esta vecina de la zona.
La mayor parte de las personas que perdieron sus casas siguen alojadas en hoteles e infraestructuras temporales en la costa adriática.
Los afectados aseguran que el silencio e inactividad de las instituciones italianas les está impidiendo retomar sus vidas.
La llegada del invierno tampoco ayuda. Las bajas temperaturas que se registran en la zona han detenido las labores de reconstrucción.