Todos los objetivos esperan el primer paso en falso de la futura primera dama de EEUU. Y ella, agradecida y un poco Cenicienta, ha invitado a un fabricante de calzado bosnio y ex compatriota a uno de los bailes inaugurales de la presidencia de Donald Trump.
No renunciará a sus tacones, pero tendrá que pisar fuerte, Melania, que recibió un par de zapatos como regalo el año pasado de este fabricante de calzado que ya se prepara para la ocasión.
Marinko Umicevic, director de la fábrica de Bema: “Ahora tengo un problema, porque tengo que pensar qué le voy a llevar a Melania, tendré que comprarle algo. No me importa mucho Donald Trump, pero tengo que llevarle algo bonito a ella. También he preguntado si puedo ir acompañado porque me gustaría que viniera conmigo el presidente de la compañía. A mi mujer le ha sentado fatal, me dice la lleve a ella o que me planche yo mis camisas. En serio, tengo que encontrar un billete de avión y no es fácil. No es como coger el autobús”.
No tendrán la suela roja como los Christian Louboutin que Melania Trump prefiere calzarse desde que se casó con Donald Trump, pero la marca Bema, en Banja Luka, Bosnia, ha conseguido conquistarla como madrina de excepción.