El Inspector General del Departamento de Justicia de Estados Unidos abrirá una investigación sobre la actuación de su propio departamento y la del FBI en vísperas de los comicios presidenciales del pasado 8 de noviembre.
La campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton atribuye su derrota electoral al impacto de la comunicación hecha pública por el director del FBI, James Comey, anunciando solo diez días antes de las elecciones que examinaría unos correos electrónicos de cuando Clinton dirigía la diplomacia estadounidense y utilizaba un servidor privado por el que ya había sido investigada, y exonerada, el pasado julio.
Aunque dos días antes de las elecciones se anunció que el FBI no había hallado nada delictivo en ese nuevo análisis de los correos de Clinton, ella misma ha comentado que su imágen quedó irreparablemente dañada, al volver a ponerse en duda su honestidad, y que probablemente fue uno de los factores que modificó el voto de los electores en estados clave.