Las acciones de Fiat Chrysler quedaron suspendidas en la bolsa de Nueva York y perdieron más del dieciséis por ciento (16,14%) en Milán, después de que las autoridades estadounidenses acusaran al grupo automovilístico de un trucaje en sus motores. Concretamente, en 104.000 vehículos diésel en los que supuestamente se utilizó un programa informático para esconder unas emisiones contaminantes mayores a las controladas oficialmente.
La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos hiza pública esta acusación poco antes del cierre bursátil en Milán. En Wall Street, los títulos de Fiat Chrysler fueron suspendidos cuando se dejaban también un dieciséis por ciento.
El director del grupo, Sergio Marchionne, niega estas acusaciones y la comparación del caso con el escándalo Volkswagen de hace un año y medio.