En Belgrado unos 1.200 refugiados están varados, esperando que las temperaturas suban para seguir su camino hacia el norte de Europa. Desde hace días se niegan a ser alojados en centros oficiales de acogida, desafiando las bajas temperaturas que imperan en la capital serbia.
En Bulgaria, cerca de la frontera con Turquía, encontraron el cuerpo de dos inmigrantes clandestinos iraquíes congelados.
Y un inmigrante afgano de 20 años falleció en el norte de Grecia.
El portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, aseguró que la situación va a empeorar durante el fin de semana a causa de la caída de las temperaturas en las islas griegas y recalcó:
Estamos preocupados, sobre todo por la situación en Samos, Chios y Lesbos. En Samos, 700 personas, incluidos, grupos vulnerables y niños, están en tiendas sin calefacción en los centros de recepción e información.
As winter temperatures drop, faster movement of asylum-seekers from Aegean islands to Greek mainland is essential https://t.co/cgnbc4fm4Z— UN Refugee Agency (@Refugees) 7 janvier 2017
Sin embargo el ministro de Migración griego, Yannis Muzalas, dijo que el Gobierno mejoró la adaptación térmica de los campos de refugiados para que no pasen frío.