Masacre en Azaz, en el norte de Siria. Medio centenar de personas han muerto y decenas han resultado heridas al explotar un camión bomba junto a un concurrido mercado y un tribunal islámico. La abrumadora mayoría de las víctimas son civiles, aunque entre los cadáveres han sido identificados seis milicianos.

Los habitantes de esta ciudad rebelde situada cerca de la frontera con Turquía han atribuido la autoría del atentado al grupo Estado Islámico, que habría intentado tomar la localidad a sangre y fuego en varias ocasiones.

Un vídeo grabado instantes después del ataque muestra numerosos muertos y heridos, varios vehículos en llamas y un edificio completamente destruido.

El estado de varios de los heridos es muy grave, por lo que se teme que el número de víctimas aumente en las próximas horas. Al menos 30 personas han sido trasladadas a hospitales de la vecina ciudad turca de Kilis.

El atentado ha tenido lugar nueve días después de la entrada en vigor de un frágil alto el fuego en distintos frentes de Siria, pero que excluye los territorios controlados por los yihadistas.