El terror vuelve a irrumpir en Irak. Al menos 32 personas han muerto y 61 han resultado heridas en Ciudad Sadr, un barrio chií al noreste de Bagdad. Muchas de las víctimas estaban buscando trabajo en el lugar de un ataque suicida con coche bomba que ha sido reivindicado por el grupo Estado Estado Islámico.

Este es el tercer atentado que vive el país en 48 horas. El domingo dos suicidas detonaron las cargas que llevaban en sus cuerpos en un puesto de control de la ciudad de Nayaf, de mayoría también chií, causando al menos siete muertos.

Tan solo un día antes, otros dos suicidas acabaron con la vida de al menos 28 personas en un mercado de la capital. Este último ataque también fue reivindicado por los yihadistas, que han perdido gran parte del territorio conquistado en Irak aunque aun conservan su bastión de Mosul.