El anuncio de llegar a dos dígitos de DESEMPLEO (número gigantesco, de la historia argentina. La primera vez que pasó los 10 puntos fue 1993 (efecto convertibilidad) y llegó a superar el 20%. Asume Kirchner con la cifra del 18% y desde el 2006 nunca estuvo en 2 dígitos.
El fenómeno no es consecuencia del azar, ni siquiera de errores de gestión: forma parte del programa económico de Cambiemos. ES EL RESULTADO DE UNA POLÍTICA. Su ascenso es congruente con la política económica. No por razones perversas sino incluso porque se cree en ellas.
En las administraciones conservadoras (como el Macrismo) está en su ADN, en su concepción de la economía política, efectuar los ajustes sobre los salarios y constituyen el paso previo, para alcanzar el crecimiento posterior. El salario no sólo es un costo más en la cadena del producto -, sino una de las causas de los desequilibrios y principalmente de la inflación.
Lo han dicho en más de una oportunidad: Ahí están las declaraciones de sus hoy funcionarios y sus principales aliados los empresarios La argentina para salir debe ser un país integrado al mundo competitivo debe bajar salarios y este es el requisito sine qua non para la lluvia de inversiones extranjeras.
Las puesta en marcha de políticas referidas al empleo depende de la identidad política de los que administran y por tanto a qué valores se subordina.
Un gobierno popular busca que todos tengan ingreso y ello se consigue creando empleo.
Un gobierno conservador busca que no pierdan valor las divisas de los ricos ni bajen las ganancias de las empresas, y esto se consigue con precios estables y salarios bajos.
La “estabilidad” en sentido popular; en el sentido de los gobiernos progresistas ve el pleno empleo como fin y el gasto público como medio.
La “estabilidad” en sentido conservador ve como meta: INFLACIÓN CERO y SALARIOS BAJOS, y como instrumento al empleo.