El Primer ministro japonés depositó una ofrenda floral en el Cementerio Nacional del Pacífico, donde yacen miles de soldados estadounidenses. Es una etapa más del histórico viaje del mandatario nipón, que tendrá como colofón la visita junto a Obama a la base de Pearl Harbor.
Los dos mandatarios rendirán homenaje a las víctimas y supervivientes del ataque sorpresa nipón contra la base naval estadounidense el 7 de diciembre de 1941, en un acto que subraya la reconciliación de los dos países, aunque Abe no pedirá perdón. El ataque japonés a la base militar en Hawái provocó la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial.
En mayo pasado Obama visitó el Parque de la Paz, de Hiroshima, construido en el epicentro de la bomba nuclear que tiró Estados Unidos, arrasó la ciudad y acabó con 140.000 vidas. Obama, en aquella ocasión, tampoco pidió perdón.