Decenas de miles de manifestantes han protestado en Taiwán en contra y a favor del proyecto de ley presentado en el Parlamento para aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El debate se ha trasladado a la calle, donde los más tradicionalistas denuncian la desaparición legal de términos como “padre” y “madre” y piden la celebración de un referendum.
“En realidad estoy muy preocupada por el futuro, porque un país debería estar basado en un sistema de un hombre, una mujer, un marido, una esposa. Esta ha sido la construcción básica de nuestro país durante mucho tiempo”, dice la opositoria Chen Yu-chi, de 37 años.
Gobiernos anteriores ya intentaron aprobar la ley. Un intento que ha recuperado el nuevo gobierno de la presidenta Tsai Ing Wen, percibida por ser favorable a la causa LGBT
“Creo que el amor mutuo entre humanos es algo muy natural, así que nunca he entendido por qué las personas que se quieren no pueden casarse, solo porque les gustan los hombres o las mujeres o porque son transgénero… Así que creo que deberíamos movilizarnos”, subraya Chuan-yu, de 37 años, quien se manifiesta a favor de la legislación.
Por ahora el parlamento ha aprobado una revisión preliminar de enmiendas. Aún hay un largo camino legislativo y la ley podría no ver la luz hasta mayo del año que viene.