Desde el Vaticano el Papa Francisco ha querido recordar el “sabor triste de la Navidad” que tienen los niños que viven bajo los bombardeos o que viajan en barcazas para encontrar una vida mejor”.
Lo decía en la tradicional ‘Misa del Gallo’ ante más de 10.000 fieles que abarrotaban la basílica de San Pedro.
Que nuestros ojos puedan llenarse de maravilla, como los de los pastores de Belén, contemplando en el Niño Jesús al Hijo de Dios.— Papa Francisco (@Pontifex_es) 24 de diciembre de 2016
“Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas”, ha señalado el Pontífice.
La misa concluyó con una procesión en la que el papa portó entre sus brazos la imagen del Niño Jesús hasta el Nacimiento, instalado en la Basílica Vaticana.
La ceremonia de este año ha estado rodeada de multitud de medidas de seguridad. Medidas que llegan después de que en Milán fuera abatido esta misma semana el presunto autor de la masacre cometida el lunes en Berlín en un mercado navideños. Para evitar que algo así pudiera ocurrir la plaza se cerró seis horas antes de la misa, se instalaron arcos de metales, registros aleatorios, además de un importante incremento de policías.