Francia ha aumentado sus efectivos en la vigilancia de Paris y de las principales ciuades del país. Patrullas militares de cinco soldados circulan por centros turísticos, aeropuertos y estaciones.

En Niza, golpeada en verano el día de la fiesta nacional por un atentado con camión que mató a 85 personas e hirió a más de trescientas, el dolor está a flor de piel.

En Italia el ejército se ha sumado a tareas de vigilancia y prevención contraterrorista. Siete mil soldados han sido deplegados en patrullas en las principales ciudades y nudos de comunicación.
El ayuntamiento de Roma ha prohibido la circulación de camiones en el centro histórico de la capital los días de Navidad, el 1 y el 6 de enero. Toda la distribución de mercancías se podrá hacer unicamente a través de cuatro entradas controladas por la policía.

Alemania ha reaccionado no solo aumentando la seguridad sino prolongando la duración de algunos mercadillos navideños clásicos como el de Nuremberg que dura todos los años unos veinte días. Esta Navidad durará treinta días. Es una medida para combatir el repliegue de visitantes aumentando la confianza en las medidas de seguridad que se han multiplicado tras el atentado del lunes de Berlín.