El presidente ruso, Vladímir Putin, anuncia un acuerdo con sus homólogos iraní, turco y sirio para mantener conversaciones en la capital kazaja, Astaná, orientadas a resolver el conflicto en Siria.
Los barrios del este de Alepo han quedado en ruinas tras haber sido el escenario de una de las batallas más violentas de la guerra. Algunos ciudadanos han visitado la ciudad para ver la destrucción, mientras que otros han vuelto para quedarse a pesar de no ver un futuro esperanzador.
“No confío en mi país, ni en ninguno de los dos bandos. Es una situación muy complicada”, dice un hombre.
La Gran Mezquita, una de las más famosas de Oriente Medio y la más importante de Alepo, representa el castigo recibido por esta ciudad del norte de Siria tras más de cinco años de conflicto.
“Antes de la guerra Alepo era una ciudad magnífica, pero ahora… nada”, lamenta un joven.
Las fuerzas sirias se han hecho con armas y municiones en un depósito de los insurgentes en el este de la ciudad. Por otro lado, según la televisión estatal siria, expertos del Ejército han comenzado a desmantelar explosivos dejados por los rebeldes.