El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha prohibido de forma permanente nuevas perforaciones de crudo y gas en aguas federales del océano Atlántico y del Ártico.
Antes de su marcha en enero, y para proteger las aguas, Obama ha invocado una ley de la década de los cincuenta que permite a los presidentes limitar áreas a la explotación mineral y la perforación.
El uso de esa ley significa que el próximo Gobierno del presidente electo Donald Trump no podrá revertir la decisión, sino que tendrá que recurrir a los tribunales para revocarla.
La prohibición se aplica a las aguas frente a la costa de Alaska, en el mar de Chukotka y gran parte del mar de Beaufort, y en el Atlántico desde Nueva Inglaterra hasta la bahía de Chesapeake.
El anuncio pretende también apuntalar el legado del líder demócrata como un presidente que ha protegido más zonas terrestres y acuáticas que cualquier otro antecesor en la Casa Blanca.