Los quince países han acordado por unanimidad que observadores de la ONU supervisen la evacuación de civiles y combatientes opositores de la ciudad siria de Alepo. Una decisión a la que se ha sumado Rusia, principal aliado del régimen de Bachar al Assad.

Según esta resolución, presentada por Francia, el personal de Naciones Unidas que ya se encuentra en la zona se encargará de vigilar el proceso de evacuación de Alepo oriental para garantizar la protección de esas personas y evitar posibles abusos.

La ONU envía una señal de unidad tras meses marcados por la división en relación a un conflicto que, desde marzo de 2011, se ha cobrado la vida de más de 310.000 personas.