Sin dinero en efectivo, las protestas y los saqueos en las calles venezolanas contra el corralito, obligan al presidente Nicolás Maduro a prorrogar la validez de los billetes de 100 bolívares hasta el 2 de enero.
Con su retirada de la circulación y la emisión de nuevos billetes (500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 bolívares) y monedas (10, 50 y 100 bolívares), Maduro pretende luchar contra “las mafias monetarias” que en su opinión, acaparan desde Colombia o Brasil el billete de mayor uso para menoscabar la economía del país.
Por está razón las fronteras seguirán cerradas.
“Prorrogar el cierre de las fronteras con Brasil y Colombia hasta el 2 de enero reforzando todas las medidas de seguridad y estableciendo traquilamente un corredor familiar humanitario”, explicó el presidente Maduro.
El caso es que a muchos de los venezolanos que han perdido su liquidez no les queda otra posibilidad para comer que asaltar los comercios o los almacenes de la gran distribución.
Sus billetes de 100 bolívares ya no valen nada, porque no se aceptan en las tiendas aunque siguen en muchos cajeros de los bancos, y los nuevos billetes y monedas no han llegado.
Más allá de la crisis política y social, el bajo precio del petróleo ha resquebrajado la economía venezolana que cerró el año pasado con una inflación histórica del 180,9%, la más alta del mundo.