Las autoridades turcas han responsabilizado a los rebeldes kurdos del atentado suicida en Kayseri, en el centro del país. El ataque, con un autobús de transporte público como blanco, ha dejado 13 muertos y 56 heridos, seis de ellos graves. La mayoría de las víctimas son soldados, de permiso.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado que los atentados terroristas tienen por objetivo no sólo a policías y militares sino a los 79 millones de ciudadanos turcos. Erdogan ha afirmado que Turquía se enfrenta a ataques de todas las organizaciones terroristas, “en particular” de la guerrilla kurda PKK, ha dicho.
Sobre el atentado de hoy en Kayseri, el vice primer ministro turco ha declarado que “todos los elementos señalan por el momento al PKK”, aunque no se descarta ninguna posibilidad. Siete personas han sido detenidas y se busca a cinco más.
Min.Interior anuncia 7 detenidos por el atentado de hoy contra un autobús lleno de militares en Kayseri #Turquía – 13 muertos 56 heridos https://t.co/7mDGTllqao— Lara Villalón (@vm_lara) 17 de diciembre de 2016
“La organización terrorista debe saber esto: el espíritu de los Dardanelos, el espíritu de la libertad existe en esta nación en todos sus significados. Estos eventos no debilitan el poder de nuestra nación de luchar contra el terrorismo, sino que más bien lo aumentan”, ha dicho el primer ministro turco, Binali Yildirim.
El atentado en Kayseri se produce una semana después de que un ataque terrorista matara a 44 personas en Estambul. Dicha acción fue reivindicada por los Halcones de la Libertad de Kurdistán, un grupo armado escindido del PKK.