La policía turca detiene a 235 personas por vínculos con organizaciones prokurdas. Lo ha anunciado el ministro del Interior dos días después de los atentados que sembraron el pánico en el centro de Estambul. Entre los detenidos hay simpatizantes del ilegalizado PKK, pero también miembros del izquierdista Partido Democrático de los Pueblos, la tercera fuerza política del hemiciclo.

La operación ha sido ordenada personalmente por el presidente Erdogan, que este lunes daba instrucciones a las fuerzas especiales.

“No dudéis en utilizar todos los poderes que os confiere el Estado”, decía. “Si mostráseis clemencia ante la tiranía del terrorismo estaríais traicionando a los oprimidos. Jamás os mostréis clementes frente a los tiranos”.

La autoría de los atentados se la ha atribuido el grupo “Halcones de la Libertad”, una escisión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán. En el ataque murieron 44 personas y más de 150 resultaron heridas.

Hoy han comenzado a celebrarse los funerales por las víctimas, mientras el país respeta una jornada de duelo nacional.

Las detenciones se han llevado a cabo en ocho provincias distintas del país. Y los cargos que pesan contra los arrestados van desde pertenencia a grupo terrorista hasta la difusión de propaganda ilícita o difamación de las insituciones públicas, comenzando por la Presidencia. Otras cien personas están en búsqueda y captura.