Al menos 25 muertos por el estallido de un artefacto explosivo cerca de la catedral cristiana copta de El Cairo. Cerca de 50 personas han resultado heridas, muchas de las cuales se encuentran en estado grave, según el Ministerio de Sanidad egipcio.
El artefacto fue colocado en la puerta de la Iglesia de San Pedro, situada junto a la Catedral copta de San Marcos y la sede del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, Teodoro II, en el barrio de Al Abasiya.
Los hechos ocurren dos días después de la muerte de seis policías en otro atentado con bomba cerca de las Pirámides de Guiza, en el oeste de la ciudad.
“El suelo está lleno de sangre. Hay ropa y zapatos de mujeres y bebés. Los bancos han quedado destruidos y la puerta principal de la iglesia, a pesar de su tamaño, ha sido arrancada de cuajo”, dice una mujer. Un obispo, por su parte, comenta que “la traición y el terrorismo están afectando a todos los países. Están golpeando a los musulmanes y a los cristianos, sin importar si es una iglesia o no. Esperamos que la violencia sea erradicada y que todo el mundo pueda vivir en paz”.
El presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, ha declarado tres días de duelo a partir de este domingo. Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado el ataque.
Mohammed Shaikhibrahim, euronews:
“El hecho de que un grupo terrorista fuera capaz de colocar una bomba dentro de una catedral tan protegida ha planteado serias dudas de seguridad. También ha alimentado la ira entre los egipcios, de todas las religiones y sectores de la sociedad. El pueblo exige, en forma de manifestación, descubrir la identidad de las personas que están detrás del atentado y llevarlos ante la justicia”.