Madrid, 4 dic (EFE).- El juicio contra 65 usuarios de tarjetas opacas de Caja Madrid, entre ellos los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, llega esta semana a su fin, con la exposición de las conclusiones definitivas de las acusaciones y las defensas tras quince sesiones y más de dos años de instrucción.
El escándalo por el uso de las tarjetas fue detectado por la Fiscalía Anticorrupción en un informe, realizado en 2014 a instancias de la auditoría interna de Bankia, en el que señalaba a los que habían dispuesto de unas tarjetas de crédito supuestamente opacas y sin soporte contractual.
Bankia-BFA y el FROB ejercen la acusación particular, en tanto que la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), a la que representa el exdiputado de UPyD Andrés Herzog, la acusación popular, junto con la Confederación General de Trabajadores (CGT).
La Fiscalía Anticorrupción pide 4,5 y 6 años de cárcel para Rato y Blesa, respectivamente, en tanto que el FROB y la propia Bankia solicitan entre 6 y 10 años de cárcel por posible administración desleal de los exmiembros del consejo.
La CIC, agrupación de asociaciones y sindicatos de las antiguas cajas que preside Gonzalo Postigo, solicita penas de cárcel de diez años para Rato, Blesa y Sánchez Barcoj, y de seis años para los otros 62 procesados.
Tanto a lo largo de la instrucción como durante las sesiones del juicio los acusados han expuesto ante el juez variados argumentos para defender su inocencia e intentar demostrar que el uso de las tarjetas no implica delito alguno.
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