Estocolmo (Suecia), 25 nov (EFE).- Los galardonados con el denominado Nobel Alternativo hicieron hoy una defensa del humanismo, el feminismo y la libertad de expresión, durante la ceremonia de entrega del premio en Estocolmo.
El acto estuvo marcado por las ausencias de la egipcia Mozn Hassan, de la organización feminista Nazra, a quien las autoridades de su país prohibieron viajar, y de Orhan Erinç, presidente de la Fundación Cumhuriyet (propietaria del diario del mismo nombre), advertido por Ankara de la conveniencia de no ir a Estocolmo.
En su lugar recogió el premio Zeynep Oral, columnista del periódico y presidenta de la sección turca del Pen Club, que trasladó la gratitud de Erinç y la fundación que preside por el premio y el "apoyo incalculable" recibido por la organización.
Oral pidió la liberación de diez periodistas arrestados hace un mes por "apoyar" el terrorismo y denunció que la democracia, la justicia, la separación de poderes y las libertades de expresión y de prensa son "casi inexistentes" en Turquía.
"Las fuerzas gubernamentales están intentando silenciar a 'Cumhuriyet', el único periódico influyente en Turquía que defiende la democracia, los derechos, la libertad y el laicismo", afirmó Oral.
En un mensaje en vídeo, Mozn Hassan resaltó que el movimiento de protesta surgido en 2011 en Egipto generó procesos de cambio que llevaron la atención sobre los derechos humanos de las mujeres.
"Sabemos que cosas logradas en los últimos años no se pueden deshacer y no son reversibles. La sociedad civil independiente tiene grandes obstáculos en Egipto, pero seguiremos trabajando mientras podamos por la continuidad de un movimiento feminista", aseguró.
El director de Defensa Civil Siria, Raed Saleh, dijo que el gru po nacido en Alepo en 2013 y preparado por una ONG internacional -Mayday Rescue, creada por un exmilitar británico- se ha convertido en una organización con 3.0000 voluntarios que ha salvado 73.000 vidas.
Los llamados "cascos blancos" son "neutrales, imparciales y humanitarios", defendió Saleh, cuyo grupo solo opera, sin embargo, en zonas controladas por la oposición y recibe financiación de los gobiernos estadounidense y británico, entre otros.
Saleh sostuvo que la tarea de los "cascos blancos" les permitirá desempeñar un papel "esencial" en la reconstrucción y reconciliación de Siria, cuyo mayor reto será recuperar la confianza, y acusó al Gobierno de no proteger a sus ciudadanos y, a la comunidad internacional, de carecer del deseo o la habilidad para actuar.
La rusa Svetlana Gannushkina, directora del Comité de Asistencia Cívica de ayuda a refugiados y desplazados, resaltó que en la actualidad se vive "la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial" y criticó a las autoridades de su país porque allí el derecho de asilo "no funciona en la práctica".
Gannushkina repasó los principales conflictos bélicos y señaló que los países europeos, Rusia y Estados Unidos "no envían prec