Damasco ha dado un “no” rotundo como respuesta al último plan del enviado especial de la ONU para Siria. En su visita a la región, Staffan de Mistura ha propuesto el establecimiento de una administración autónoma en el este de Alepo a cambio de la retirada de los yihadistas. El ministro sirio de Exteriores ha sido tajante:
- “No es aceptable en absoluto dejar a unos 275.000 miembros de nuestro pueblo como rehenes de seis o siete mil hombres armados. No hay gobierno en el mundo que acepte eso”, dijo para añadir que la iniciativa “desafía la soberanía del territorio sirio y recompensa a los terroristas”, como llama el régimen sirio a los rebeldes.
Mientras tanto la sangría continúa en Alepo. Al menos siete niños han muerto este domingo y una veintena han resultado heridos al ser bombardeada su escuela en el oeste de la ciudad, la zona controlada por el Gobierno. El estado de varios de los heridos es muy grave.
La situación también es dramática en los barrios del este controlados por los rebeldes. Desde que el Ejército sirio reanudó sus ataques el pasado martes, al menos 180 personas han perdido la vida en esta zona de la ciudad.