La Policía indonesia dispersa de esta forma a 50.000 personas en Yakarta. Una multitudinaria protesta, convocada por la organización radical Frente de Defensores del Islam (FPI), contra el gobernador de la ciudad, Basuki Tjahaja Purnama, acusado de blasfemia y al que exigen su dimisión. Una persona ha muerto y 12 han resultado heridas.
La oposición contra Basuki, un cristiano de la etnia china y conocido como Ahok, se debe a unos comentarios en los que rechazó un versículo del Corán utilizado por sus adversarios para criticarle.
“Nuestro mensaje es claro. Si Ahok no es declarado sospechoso, no cesaremos nuestras acciones hasta que lo sea. Hemos planeado un movimiento de tres días. Pedimos a todos los musulmanes en Indonesia que actúen en sus respectivas regiones”, decía un joven.
Basuki ha negado pretender blasfemar y ha denunciado que el vídeo divulgado con las declaraciones había sido recortado y sacado de contexto. También ha pedido perdón a los musulmanes que se han sentido ofendidos.
Indonesia es el país del mundo con más musulmanes, con un 88 por ciento de sus 260 millones de habitantes que profesan esta religión.