Donald Trump y Hillary Clinton ponen toda la carne en el asador a cuatro días de la cita con las urnas. El candidato republicano ha intentado recuperar el voto femenino y acercarse a las minorías con el testimonio de su mujer eslovena, mientras que Clinton ha recurrido al presidente Obama como reclamo para movilizar al electorado afroamericano, consciente de que su rival le pisa los talones..

Según los últimos sondeos, la candidata demócrata sigue en cabeza, aunque con tan sólo un punto y siete décimas de ventaja con respecto al magnate neoyorquino, que contra todo pronóstico ha conseguido mantenerse con vida hasta el final de la campaña electoral. Y ello, en parte, gracias al escándalo de los correos electrónicos que sacude a su oponente y que está en manos de los investigadores del FBI.

“Hillary creó un servidor para proteger sus actividades criminales”, sostenía Trump, “y la corrupción que ha decidido jugar, vendiendo la Secretaría de Estado a los donantes de su campaña. Y el FBI tiene en su poder todas las pruebas que lo acreditan”.

Clinton por su parte se ha presentado con Bernie Sanders en Carolina del Norte para intentar aglutinar el voto de los sectores demócratas que en las primarias no le respaldaron.

“Trump cree que todos los negros son criminales, pobres y gente desesperada”, decía. “No tiene la menor idea de la fortaleza de la iglesia negra o de los negocios de los afroamericanos, ni de la excelencia histórica que han demostrado sus universitarios

Carolina del Norte será una de las batallas clave en la elección presidencial, como Florida y Ohio. Los tres estados juntos sumán más de 60 votos.