Centenares de ellos han dejado atrás los contenedores en los que han vivido durante meses con rumbo a Centros de Acogida Provisional.
Otros tantos se resisten a abandonar su sueño de llegar al Reino Unido. “Vienen los policías y agentes de seguridad franceses y uno a uno nos dicen: dejad la bolsa, la ropa y todo y subid al bus. Pero no queremos subir, solo queremos ir a Inglaterra, no a Francia”, señala este joven.
Según la organización “Francia tierra de asilo”, muchos menores han huido para evitar ser realojados.
Las autoridades francesas estudiarán los casos de los que sí han subido a los autobuses y si cuentan con familiares en el Reino Unido negociarán su traslado a ese país.
La situación de estos menores no acompañados, la mayoría afganos, sudaneses y eritreos, ha sido objeto de una reunión en Matignon.
“No podemos dejar a los menores deambulando en los caminos sin protección. Cuando escapan de Calais por falta de información o por miedo, porque hay que tener en cuenta que son personas vulnerables, tenemos que hacer todo lo posible para llevarles a los centros de acogida y orientación y debemos hacerlo metódicamente y con humanidad para explicarles qué va a pasar después”, declaraba el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve.
El desmantelamiento de la llamada “Jungla de Calais” comenzó el pasado 24 de octubre entre las críticas de numerosas organizaciones humanitarias.
Cerca de 400 mujeres acompañadas de sus hijos siguen en un centro cercano. Está previsto que su realojo comience este jueves.