La investigación sobre el servidor privado que utilizó Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado vuelve al primer plano poco antes de las presidenciales.

En una carta, el director del FBI ha informado a los presidentes de varios comités del Congreso que el caso se ha reabierto tras conocer la existencia de mensajes que podrían contener información clasificada.
Clinton ha pedido que se dé toda la información a los ciudadanos:

“El pueblo estadounidense merece conocer todos los hechos de inmediato. El director del FBI ha dicho que no sabe si los correos mencionados en esta carta son relevantes. Por ello pedimos al FBI que haga públicas todas las informaciones que tenga”, ha dicho Clinton.

Como era de esperar, su rival, el republicano Donald Trump, ha celebrado como un triunfo la reapertura de la investigación, mostrándose contundente al respecto:

“Esto es más grande que el Watergate. La corrupción de Clinton es de una escala como nunca antes hemos visto. No podemos permitir que lleve su esquema criminal hasta el Despacho Oval de la Casa Blanca”, ha señalado.

La noticia supone un espaldarazo para el magnate, que en repetidas ocasiones ha insinuado su intención de abrir una pesquisa especial sobre el asunto.