Más de 1000 personas, entre refugiados y ciudadanos griegos, inundaron este martes las calles de la isla de Lesbos para clamar por la insostenible situación que vieven en este lugar los solicitantes de asilo. Los manifestantes han denunciado las malas condiciones de los campamentos, así como múltiples ataques racistas.
En la llamada puerta a Europa esperan actualmente soluciones desde Bruselas más de 6000 solicitantes de asilo.
Podrían ser muchos más, pero desde el pasado 20 de marzo todo aquel que llega a la isla es devuelto a Turquía, como resultado del acuerdo alcanzado entre Bruselas y Ankara en el marco de la crisis migratoria.