El fabricante de coches Ford ha cerrado esta semana sus plantas de producción de coches en Australia, poniendo fin a más de 90 años de operaciones en la industria automotriz del país oceánico.
Su modelo Ford Falcon, ha sido el último en fabricarse.
Unos 600 trabajadores perderán sus trabajos con el cierre de las plantas de Broadmeadows y Geelong, en el sur del país.
“Ha sido muy emotivo todo el proceso hasta llegar al cierre; especialmente por los trabajadores, que han demostrado ser muy profesionales en la fabricación de coches de calidad en este país durante tantos años”, ha manifestado Dave Smith, del sindicato australiano del sector.
El declive de la industria manufacturera en Australia, que en 8 años ha reducido a la mitad los empleos en el sector, hasta el 7,8 %, ha venido motivado por un cambio de tendencia en los gustos de los usuarios, que han preferido abandonar los grandes modelos, por otros más pequeños o deportivos, de fabricación extranjera.
Workers proudly stand with the last Ford Falcon ever built in Australia. pic.twitter.com/Zx2y6W4De8— The AMWU (@theamwu) October 6, 2016
Ford Australia Engine Plant Goes Out With A Whimper – https://t.co/ClweeXMGqu | #Geelong #Ford #FordAustralia #RIPFordStraightSix pic.twitter.com/wROTG56C9r— The Motor Report (@TMRnews) September 27, 2016