Reafirmar la anexión de Crimea y reforzar el potencial defensivo del país son temas que, según ha dicho el presidente del país deben aunar a todos los diputados, una docilidad que Putin quiere controlar a través de Volodin.

El jefe del Estado ha pedido aunar fuerzas “para lograr el derecho que cualquier nación tiene a ser fuerte” (...) aunque ser fuerte y ser una gran nación no son siempre equivalentes. No diremos nunca a nadie cómo debe o no debe ser.”

El candidato del Partido Comunista obtuvo menos de medio centenar de parlamentarios, su líder, Gennady Zyuganov, esbozó un retrato negro de la situación del país: “nos dirigimos hacia unas elecciones presidenciales a sabiendas que, en los últimos diez años de crisis política, hemos atravesado una crisis económica severa, ha aumentado la pobreza y las amenazas militares al tiempo que nuestro país ha perdido autoridad e influencia en la escena internacional.”

El partido del Kremlin logró una arrolladora victoria en las elecciones parlamentarias, pese a contar con los más bajos índices de popularidad de su historia, gracias a que la mitad de los escaños se repartieron por circunscripciones.

Las voces discordantes en la Duma tienen poco peso ya que repiten los mismos cuatro partidos que están en la cámara desde 2007 y que apoyan casi sin excepciones todas las iniciativas legislativas del Ejecutivo.