Este ciclista neoyorquino perdió los nervios después de una caída a unos 60 kilómetros por hora en una carrera urbana de Milán. Levantó la bicicleta, la tiró contra el suelo y se partió en dos. "Cuando tu corazón va a más de 190 pulsaciones, llevas todo el año entrenando y te caes, no dominas tus emociones", explicó luego.