Las autoridades rusas han insistido hoy en que sus sistemas de misiles no cruzaron la frontera con Ucrania, tras las conclusiones de la investigación internacional sobre la catástrofe del vuelo MH17 de Malaysia Airlines. Dicho informe ha sido calificado por Moscú como falto de objetividad, “parcial” “políticamente motivado” y con muchas lagunas, por ser sus dos fuentes principales, dice: “Internet y los servicios secretos de Ucrania”.
El Ministerio de Defensa ruso ha asegurado que seguirá contribuyendo a la investigación del derribo del MH17, para establecer quiénes fueron los culpables.
También desde Almaz-Antey, la compañía que fabrica los misiles Buk, han expresado sus dudas.
Mikhail Malyshevsky, asesor de Almaz-Antey, aseguraba que durante la presentación de las conclusiones de la investigación no se han presentado prácticamente “pruebas técnicas reales”. “No se han abordado estas cuestiones y en Almaz-Antey creemos que esto no está bien”, señalaba.
Para el fabricante de los Buk, el misil que acabó con la vida de las 298 personas a bordo del avión de Malaysia Airlines fue lanzado desde una localidad controlada por las fuerzas ucranianas.