El Gobierno colombiano y las FARC han firmado este lunes un acuerdo de paz con el que se pone fin formalmente a más de medio siglo de conflicto armado.

Esto, en presencia del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y del número uno de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Rodrigo Londoño, alias Timochenko.

El histórico acto se ha convertido en el cierre de un capítulo de violencia que ha costado al país 220 mil muertos, además de millones de desplazados y que ha obstaculizado directamente el potencial económico colombiano.

A la rúbrica, que ha tenido lugar en Cartagena de Indias y que marca el comienzo de la cuenta regresiva para que la guerrilla se convierta en un partido político, ha asistido el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, además de varios jefes de Estado y de Gobierno de diversos países del mundo.

Daniel Cristancho, periodista y analista internacional, señala que el acuerdo es “histórico, definitivo, crucial y necesario. Es el hecho político más importante del país. Era el paso que había que darse.”.

Paul Victoria, economista, director de educacioneconomica.es y analista geoestratégico, señala que esta “es la declaración de paz entre la élite gubernamental y la élite asesina de las FARC que intentan utilizar al pueblo para legalizar su paz”.

Según Lola Albiac, periodista y analista internacional, para el acto central de la firma de la paz, “era necesaria que estuvieran las élites del mundo y también todos los sectores marginados en Colombia, además de la representación especial de las víctimas”.

Luis Esteban Manrique, analista internacional y periodista de Infolatam, califica el hecho como “uno de los hitos más importantes de nuestra historia común en Latinoamérica”.