Las manifestaciones se van a acelerar, según los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática para mantener la presión después de que las autoridades electorales decidieran descartar un revocatorio contra Maduro este año.

“Están con la espalda contra la pared. Están absolutamente convencidos de que si abriéramos 40 000 meses electorales, hoy mismo, recaudaríamos más de 10 millones de votos y, esta misma tarde, estaríamos exigiendo la renuncia del gobierno”, ha dicho Jesús Torrealba, secretario de la opositora Mesa de la Unidad Democrática.

El tiempo no juega a favor de la oposición que deberá, según las modalidades impuestas por la Comisión Electoral, recaudar cuatro millones de firmas (el 20% del padrón electoral de cada estado) entre el 26 y el 28 de octubre. Además, las autoridades sólo han autorizado un cuarto de las casi 20 000 máquinas requeridas para contabilizar las firmas.

Este calendario impediría la celebración de elecciones anticipadas antes de que Maduro comience su cuarto año de mandato. Para ello el referéndum debería tener lugar antes del 10 de enero de 2017. Una eventual destitución del jefe del Estado tras esta fecha solo conllevaría su sustitución por el vicepresidente, del mismo partido, hasta el fin de su mandato en 2019.