La oposición siria ha presentado en Londres un plan de transición política para tratar de poner fin a cinco años de guerra cruenta y fratricida. El plan, estructurado en tres fases, arrancaría con seis meses de negociaciones, la declaración de un alto el fuego y la creación de un Gobierno interino compuesto por miembros del régimen y de la oposición. No obstante, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN) ha dejado claro que no aceptará imposiciones de nadie, en especial, si conllevan una continuidad en el poder de Bachar al Asad.

“Si lo que deciden rusos y estadounidenses es muy diferente de aquello a lo que aspiramos los sirios, no lo aceptaremos. No aceptaremos a Bachar al Assad ni seis meses, ni un día ni un solo minuto durante este periodo de transición”, afirmó Riad Hijab, coordinador del equipo negociador, que aglutina a las facciones políticas y armadas de la oposición siria.

A las negociaciones les seguiría un periodo de transición de un año y medio para el establecimiento de un Gobierno de transición con poderes ejecutivos plenos y la redacción de una Constitución que establecería un sistema político democrático y pluralista.