SpaceX, la empresa de transporte aeroespacial de Elon Musk, tenía como objetivo desplegar un satélite Amos-6 diseñado para ofrecer conectividad en lugares donde la infraestructura es muy precaria. Sin embargo, el cohete en cuestión explotó alrededor de la 9 de la mañana, hora local en Cabo Cañaveral, Florida, lo que ha supuesto otro serio revés para la credibilidad del empresario sudafricano.