Túnez busca cura para la gangrena de la crisis económica y el terrorismo con un nuevo Gobierno de unidad nacional. En una ceremonia oficial, Habib Essid, el anterior primer ministro de 67 años, ha pasado el testigo a Youssef Chahed, que con sus 40 años es el más joven en la historia reciente del país. Chahed es un liberal salido del partido Nidá Tunis, con la difícil misión de devolver la ilusión a los tunecinos cinco años después de la revolución. “La democracia consiste en dar apoyo a las instituciones, no está asociada a determinadas personas. Yo os aseguro que la revolución democrática en Túnez continuará. Pero la revolución corre peligro si no logramos los objetivos económicos y sociales que la gente lleva esperando tanto tiempo”, aseguró.
Prueba de que será una misión difícil, tres soldados tunecinos murieron y siete resultaron heridos este lunes en un ataque yihadista en la región de Kasserine, fronteriza con Argelia. Los atacantes soprendieron a la patrulla cerca de la localidad de Sammana, una zona montañosa de difícil acceso. Los atentados yihadistas, en especial los del pasado año, hundieron el turismo, sector clave para Túnez, y han sido un lastre en su transición política.