El futuro de Dilma Rousseff se decidirá el 25 de agosto. Esa es la fecha final en la que tendrá lugar la última sesión del juicio del Senado brasileño contra la presidenta, suspendida de sus funciones desde el pasado 12 de mayo.
La sesión parlamentaria podrá durar hasta cinco días, tras los cuales se decidirá si se destituye definitivamente de su cargo a Rousseff. Para que esto ocurra deberán votar a favor al menos dos tercios de los 81 senadores de la Cámara Alta, es decir, 54.
Impeachment sem crime de responsabilidade é golpe. Continuamos lutando contra o golpe e pela democracia.— Dilma Rousseff (@dilmabr) 11 de agosto de 2016
Dilma Rousseff se enfrenta a este histórico juicio político por unas presuntas irregularidades fiscales con las que habría maquillado los cuentas públicas del país.
El llamado Impeachment contra Rousseff mantiene dividido a Brasil. Frente a los que consideran que la presidenta debe en efecto ser destituida están los que aseguran que todo obedece a un golpe de Estado que ha colocado en el poder, y sin que nadie le haya votado, al actual presidente interino Michel Temer.