Todos los trabajadores de Som-Hi pasan por las oficinas centrales de la empresa para enfrentarse a algo que desconocen. Manel Real aparece ante ellos con su verdadera identidad para tratar los desajustes que ha podido ver en su trabajo y también comentarles sus buenas acciones para Som-Hi. Se ve las caras con Joel, el lampista muy nervioso pero trabajador; los pintores más bromistas de la empresa; Rafael, el autónomo que le pide perdón por tratarle mal y Chito, el albañil que dejó el trabajo por su mujer.