Los medios de comunicación occidentales intentan presentar al Islam como una religión de violencia y terrorismo.
Para saber el porqué de este hecho y de que las grandes potencias, como los países europeos y EE.UU. están en contra del Islam, se debe buscar la naturaleza de estas potencias, sus hegemonías y la forma de relacionarse con otros países, en particular con los países en vías de desarrollo.