Portugal celebró ayer la conquista de su primera Eurocopa ante decenas de miles de aficionados. Sin embargo, comparándole con la Copa América que consiguió también Chile recientemente, el equipo de Cristiano Ronaldo sale perdiendo. La propuesta chilena fue más vistosa que la de los portugueses, con un fútbol más volcado al ataque. Los datos de posesión abundan en el dominio chileno: ganó en esa faceta en sus seis partidos, con un promedio del 62,9% de posesión. La media lusa fue del 52%.
La Roja estuvo por delante en el marcador más tiempo que Portugal. Salvo 39 minutos en el primer partido ante Argentina y cinco frente a Panamá, nunca estuvo por debajo en el marcador. De los 570 minutos que disputó, en 239 fue ganando, un 41,9%. Portugal sólo estuvo arriba en 73 de 720 minutos jugados (10,1%). Y por bajo, en 64 (8,8%).
Portugal movió menos la pelota (450 pases por partido), pero mejor (86%). Chile dio más pases (560), pero bajó el acierto (83,4%). En pegada, la cosa cambia. La Roja hizo 85 remates, con 42 a puerta, lo que se traduce en un 49,4% de efectividad. Y el 18,8% de esos tiros terminaron en gol (16). Portugal realizó 123 remates, 37 a puerta (30,08%). Sólo el 7,3% de sus remates acabaron en gol (9).
En defensa, Chile jugó muchos menos minutos, pero recibió la misma cantidad de goles que Portugal: cinco. Todo esto también se tradujo en el once ideal del torneo. 8 de los 11 jugadores chilenos estaban en el once, con Alexis Sánchez como mejor jugador, y Vargas como el máximo anotador. Por contra, Griezmann fue el pichichi, y solo cuatro jugadores lusos estuvieron en el once.