Llevaban mucho tiempo esperándolo y esta vez la afición portuguesa no se vio decepcionada. Su selección conseguía alzarse como ganadora de la Eurocopa frente a la anfitriona, frente a Francia. El gol, ya en tiempo de prórroga, desataba la euforia en Lisboa, con abrazos, gritos, cánticos e incluso alguna lágrima.
Imagen muy distinta en París, ciudad que acogía esta final y que soñaba con que Francia volviera a ganar, por tercera vez, la Eurocopa. El gol del portugués Éder les empujaba a una realidad bien distinta.
“No sé como describirlo, dice desde París este seguidor portugués. Es un sueño hecho realidad para Portugal. Somos campeones”. Una opinión a la que se suma la de esta otra mujer portuguesa: “Vivo en Francia y estoy muy agradecida por todo lo que he conseguido aquí. Pero al mismo tiempo es el momento más feliz del año, el más alegre,que Portugal haya sido capaz de conseguir la Eurocopa”.
Sentimientos opuestos a los de este francés: “Me siento un poco decepcionado, pero qué puedo hacer. Hemos hecho todo lo que podíamos, es una pena”. Un amigo suyo, ataviado con una bandera lusa le responde. “Yo estoy muy contento. Es la primera victoria de Portugal. Llevamos esperando esto desde hace mucho, con decepciones como la de 2004. Portugal es ya campeona y eso es lo que importa. Ahora hay que celebrarlo”.
Incluso hay algunos que analizan el partido. Es el caso de este seguidor galo: “Hoy nos sentimos como los alemanes, es lo mismo. Hemos tenido más de veinte ocasiones pero fracasamos. Es triste porque los portugueses se han acercado solo una vez y lo han conseguido”.
La cara menos amable de la Eurocopa se vivía durante la celebración de la final cuando la policía francesa lanzaba gases lacrimógenos en la zona de la Torre Eiffel en un intento de frenar a un gran número de seguidores que intentaba acceder sin autorización al a zona de hinchas habilitada para ver el partido…. Altercados que culminaban con, al menos, más de cuarenta detenciones.
Tras el final del partido las celebraciones se extendían hasta los Campos Elíseos donde,de nuevo, se vivían, algunos momentos de tensión.