Christina Grimmie, de 22 años, murió poco después de ingresar en un hospital por los disparos recibidos al finalizar un concierto en Orlando, Florida.
El atacante disparó a Grimmie cuando firmaba autógrafos a una sesentena de seguidores que la esperaban tras la actuación. El hermano de la cantante y otras personas se abalanzaron sobre el agresor pero al parecer se disparó en la cabeza y murió en el acto. Según algunos testigos el asesino de la cantante empuñaba dos pistolas.