Santa Lucía (Gran Canaria), 7 jun (EFE).- Después de rodar en las playas guineanas de Bioko y exprimir un último plano en Tenerife, el equipo de rodaje de "Los últimos de Filipinas" ha encontrado en la localidad grancanaria de Santa Lucía el lugar ideal para recrear el último lugar de resistencia de los soldados españoles en Filipinas.
No es una cuestión menor, según explica uno de sus protagonistas, el gallego Luis Tosar, en un momento de descanso, entre toma y toma, porque "es una película complicada, muy coral, donde tener un decorado fijo como éste facilita mucho las cosas".
La película, ópera prima de Salvador Calvo, cuenta uno de los episodios más importantes de la historia española, aunque muchos sólo lo conozcan por la frase, "los últimos de Filipinas", como símbolo de la resistencia española y del pundonor de los soldados españoles.
"Buscábamos un sitio exótico que se pudiera parecer a Filipinas y descubrimos Santa Lucía de Tirajana", explica el hasta ahora realizador de televisión, que se estrena en el largometraje con este proyecto millonario de Cipi Producciones, de Enrique Cerezo.
Calvo ha detallado que "esta película no es como la de 1945, ya que tiene un punto de vista contemporáneo sobre los mismos hechos. Y esta -aclara- tampoco es una película bélica ni habla de la gloria de España sino todo lo contrario. Es antibelicista y habla del sinsentido de las guerras".
Hasta tal punto, explica el director, "que tenemos unos hombres encerrados peleando durante un año por un país y por un imperio habiendo terminado la guerra".
"No entiendo cómo no se han hecho más películas de esta historia tan grande, si fuéramos americanos...", comenta con Efe el soldado Jose, Ricardo Gómez, que ha pasado directamente de la serie "Cuéntame" a esta cinta que reúne a un puñado de los mejores actores nacionales, de Tosar y Gutiérrez, a Karra Elejalde, Carlos Hipólito o Eduard Fernández.
Para el director, la película tiene "un cierto paralelismo" con la situación actual.
"Si nos vamos a 1898 -reflexiona Calvo- es un momento de desencanto absoluto: se desmembra el imperio español y hoy casi pasa lo mismo en Europa, en España; hay muchos denominadores comunes, como una situación de máxima corrupción, de falta de tacto con el pueblo, y, desgraciadamente, veo que es muy espejo de la situación actual".
Y coincide con él el sargento Jiménez, Javier Gutiérrez, para quien el olvido de estos hombres acantonados en el último pueblo perdido de Filipinas y a 11.000 kilómetros de casa guarda un "símil importante" con la actitud de los gobernantes actuales.
"El abandono, la desidia, la falta de interés de los que gobiernan hacia los ciudadanos tiene mucho que ver con este grupo de hombres; me siento identificado con estos 'últimos de filipinas', yo también me siento abandonado por el gobierno", suelta el ganador del Goya por "La isla mínima".
Abunda en ello el doctor Vigil, Car