Son los anfitriones y quieren estar a la altura. Estados Unidos necesita lavar su imagen después de sus últimas actuaciones, que han dejado bastante que desear y han cuestionado la figura de Jurgen Klinsmann. No lo tendrán fácil. El grupo en el que han quedado emparejado es duro y está repleto de equipos que son expertos en dar la sorpresa y presentar batalla en la Copa América. Su estrella es Clint Dempsey, pero su brújula no es otra que Bradley, quien deberá dirigir el juego desde el centro del campo.