Wayward Souls
Últimamente he estado rejugando Wayward Souls, un juego estilo rogue para iOS y Android que reproduce bastante fielmente el desafío y tono de Dark Souls.
Con un estilo 16 bits, este juego te permite escoger de entre un puñado de personajes antes de cada partida. Estos personajes van desde cultistas a guerreros y cada uno tiene sus habilidades únicas adaptadas a su propia clase. Y aquí puedes esperar lanzar montones de encantamientos si eres un jugador mágico o centrarte más en la fuerza pura si escoges algo más de tipo músculo.
A lo largo de tu aventura recoges monedas que puedes compartir entre los diferentes personajes y que se usan para desbloquear sus habilidades y desbloqueos únicos. Son muy importantes en tu progreso y también en el momento en el que tengas que enfrentarte a los jefes, pero si los usas tendrás que poner mucha atención a tus niveles de estamina y maná.
Morir te obliga a volver a empezar al principio de cada área, pero sin conservar ni una de las habilidades que hayas podido desbloquear. Cada reinicio provoca que el mundo en el que juegas sea reconstruido de forma aleatoria, así que ninguna pantalla será nunca igual. Aunque esto hace que la acción se mantenga fresca y, teóricamente, es quizás la gran diferencia que mantiene con la formula Dark Souls. El resultado es que no puedes memorizarte los niveles, así que las sensaciones son diferentes en cada progreso que hagas.
Lo mejor de Wayward Souls es como han solucionado el apartado de controles táctiles. Un abanico elegante de toques y deslizamientos te permiten desencadenar todos tus poderes de una manera mucho más profunda de la que podrías esperar en cualquier otro juego móvil de acción.

Dragon’s Dogma: Dark Arisen
Dragon’s Dogma: Dark Arisen es la incursión de Capcom en el género de acción medieval. Aunque su ritmo es más elevado que el que encontramos en Dark Souls, los dos juegos tienen muchísimas similitudes.
La historia en Dragon’s Dogma te lleva arriba y abajo en un mundo completo. Rellenado con bosques, ciudades, campos, montañas, cuevas y alcantarillas, este mundo te da esa sensación de visión que a los fans de Dark Souls, aquellos que conocen la alegría de desbloquear una puerta para descubrir que es un atajo para llegar a casa.
Mientras el mundo te da algo de esa sensación tan reconocible por los fans, es el combate el que deja patente la semejanza de los dos juegos. Eso se debe al esfuerzo de Dragon en la animación, un sistema que añade la capa de planificación de Dar Souls en cada movimiento que se haga. Aunque, como hemos dicho, el ritmo de juego es bastante alto, te pones en peligro cada vez que das un golpe con tu gran espada o realizas un encantamiento ya que tu personaje se queda parado y a merced de los ataques mientras dura el movimiento.
La otra capa que Capcom ha añadido al combate es la posibilidad de montarte encima de grandes bestias. Cuando subes a sus espaldas puedes apuntar a determinadas partes de su cuerpo para acabar con ellos de forma más efectiva y rápida.
En general, un juego más rápido que Dark Souls y más explícito en muchos de sus sistemas e historia, una buena forma de sacarte el mal sabor de boca de tus fallos mortales en Dark Souls.

Salt and Sanctuary
El siguiente juego no es exactamente un sustituto de Dark Souls III ya que no tiene version para PC, aún, pero cuando lo sea te prometo que se acercará bastante. De momento disponible en PlayStation 4, Salt and Sanctuary es un juego de avance lateral en dos dimensiones que mezcla sin ningún tabú el género de las plataformas con la fórmula de Dark Souls.
Aunque no parece algo que vaya a combinar muy bien, Salt and Sanctuary hace un trabajo excelente llevando las mismas sensaciones a su juego. Los controles son casi idénticos. Incluso su HUD y la posibilidad de cambiar entre objetos con el pad son muy parecidos.
Hay una increíble variedad de personajes y armas personalizables, y la necesitarás apara acabar con todas las criaturas enemigas que te encuentres. Desde espinosas bestias que te pueden empalar de forma instantánea hasta jefes grandiosos como la Reina de las Sonrisas que te lanza espadas que bailan en el aire. Si no tienes tus habilidades, reflejos y armas preparadas, no tendrás ni una oportunidad.
Lo que hace de Salt and Sanctuary el perfecto reemplazo a Dark Souls es la incertidumbre de su mundo. El estilo propio e inconfundible de los de Ska Studio, con sus trazos al carbon, hace un gran trabajo evocando esa ambigüidad y la historia le sigue con brillantez, especialmente cuando los personajes aumentan sus dudas existenciales al avanzar en el juego.
No es perfecto, ya sea porqué la prespectiva en 2D hace más dificil eso de orientarse, pero Salt and Sanctuary es un juego indispensable para cualquier fan de Dark Souls, sin duda.