Durante años ha sido una de las aplicaciones gratuitas más descargadas en todos los mercados de apps y es lógico porqué, verdaderamente, tienen un gran servicio. Tan fácil de usar que ha enganchado a muchas personas. Sitúas el producto que quieres vender en un lugar bien iluminado, le haces unas fotos y le pones un precio. Ya está. Tan solo queda esperar a que alguien quiera hablarte sobre el producto, negociar el precio -si lo has permitido antes- y quedar en algún sitio donde completar la transacción. Los productos que recibes siempre son cercanos a tu barrio, según como hayas configurado la aplicación. Lo que más me gusta de Wallapop son sus colecciones, actualizadas a menudo con las selecciones de productos que han decidido, todos muy interesantes.